Como ya he comentado antes, la agenda es una de las herramientas más importantes que puedes tener en la universidad. Además, en un futuro, cuando ya estés trabajando, la agenda será tu salvavidas para organizarte y no olvidarte de nada.
La agenda sirve para vaciar la cabeza y
centrarte en todas las tareas que tienes que hacer.
No obstante, por mi experiencia, me di
cuenta de que la agenda no era suficiente para mí. Hay gente para quien es de
mucha utilidad, y sin duda lo es, pero en mi caso, tendía a ponerme a trabajar
en aquello que era más urgente: para mañana, para pasado mañana, y eso no me
gustaba.
Así que “cree” un nuevo sistema que para
mí funcionaba perfectamente.
Un simple bloc de
notas. Uno sencillo, pequeño, que te entre en el
estuche es suficiente. Así es como lo
uso.
1.
A medida que tengo deberes o
trabajos los voy apuntando en una lista. Pongo primero la fecha en que me lo han
mandado, la tarea, y la fecha en la que tengo que entregarlo.
2.
Cuando me pongo a trabajar,
empiezo por el primer “registro” y lo
hago.
3.
Una vez acabado,
sencillamente tacho esa tarea para saber que está hecha y sigo con la
siguiente.
Pros
Esta sencilla lista de tareas, me permite
empezar a trabajar en orden, de forma que no se me acumula el trabajo la
víspera y por lo tanto, ando más tranquilo con mis trabajos.
Contras
Mi sistema se basa en que la primera
tarea anotada, es la que antes se tiene que entregar. Sin embargo eso no siempre ocurre, por lo que
puedo terminar con el mismo problema que con la agenda.
¿Qué os parece la técnica? ¿La habéis
puesto en práctica?
Contadme vuestras opiniones en los
comentarios.
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